Foto: Jornal de Leiria.
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ESPLENDOR DE PORTUGAL: Temas,
personaxes, estrutura, voces narrativas, estilo… Enlace a El Cultural, 1999:
“La
complejidad y riqueza semántica de la novela de Lobo Antunes trasciende con
mucho la historia de una decadencia familiar con sus sentimientos disfrazados
para constituirse en un testimonio cruel de la colonización portuguesa en
Angola, con sus terribles injusticias sociales y sus secuelas de explotación y
esclavitud de los indígenas, el racismo extremado y la despiadada cadena de
traiciones y engaños que condena a aquella tierra y a sus gentes a ser objeto
de codicia para sucesivos explotadores sin escrúpulos y con distintos
disfraces”.
ANGOLA.
Foto: ABC, 2017. Fotograma da película Cartas da guerra (2016). |
Lobo Antunes estivo na guerra de Angola entre 1971 e 1973, reclutado para facer o servizo militar. As cartas que enviou á súa muller nesa etapa foron recompiladas en Cartas da guerra (2005), obra na que se basea a película (2016) do mesmo nome.
Enlace a "Lobo Antunes en el amor y en la guerra”, El Cultural, 2017:
“Tras finalizar los estudios de Medicina en la Universidad de Lisboa, António Lobo Antunes fue reclutado por la Armada Portuguesa para combatir en la Guerra de Angola. El eterno candidato al Nobel de Literatura, que a los 28 años todavía no había publicado nada y no lo haría hasta los 37, acababa de contraer matrimonio con Maria José Xavier da Fonseca e Costa. La pareja, que esperaba a la que sería su primera hija, se vio obligada a permanecer separada durante los dos siguientes años, de 1971 a 1973. Durante ese tiempo, en el que Lobo Antunes quedaría profundamente marcado por el horror de la contienda y al que volvería en su literatura en numerosas ocasiones, ambos mantuvieron una intensa y apasionada correspondencia. Las misivas que Lobo Antunes envió a Maria José fueron recopiladas en el libro Cartas de la guerra, publicado en España en 2006 por la editorial Destino, y ese es el material del que ha partido el cineasta Ivo Ferreira para su nueva película, titulada de la misma manera que aquel volumen”.
"Lobo
Antunes vuelve a Angola. 'Cartas de la guerra' adapta al
cine las 300 misivas que el escritor portugués envió a su esposa desde África a
inicios de los setenta”. El País,
2017. Enlace.
“A la altura del gran Lobo. La
película traduce en blanco y negro el universo del escritor portugués”, El País, 2017. Enlace
“Lobo Antunes y el cine”, ABC, 2016. Enlace.
“Cartas de la guerra lusa”, ABC, 2017. Enlace.
ENTREVISTAS / DECLARACIÓNS
“En literatura me gusta sentir la sangre”, El Cultural, 2001. Enlace.
“Hay una dimensión ética en su
literatura”.
-Sí, claro. Hace un par de años, en la Feria del
Libro de Madrid, se me acercó un hombre para que le firmase un libro. Cuando le
pregunté su nombre me dijo: “Miguel de Unamuno”. Quedé asombrado, claro. Era su
nieto. Unamuno es el mejor ejemplo de dimensión ética de la literatura. No sólo
en sus libros, también en su vida. Su discurso en Salamanca ante Millán Astray
es todo ejemplo. De vez en cuando, Dios hace hombres a su medida”.
“Si eres un buen escritor debes enseñar a tus
lectores a leerte; si dices algo nuevo, en principio hay una resistencia
natural por su parte, hay que vencerla, hay que seducir al lector: la
literatura es el arte del rigor. Pocas veces he hablado mal de colegas
escritores: cuando lo he hecho ha sido porque he visto una ausencia de sentido
ético en su escri tura. No te puedes dedicar a repetir una fórmula de éxito:
cada nuevo libro debe ser un nuevo desafío. Es la única forma de ser honesto
contigo mismo, y con los lectores”. (…)
“Hago novela porque no sé hacer poesía”, El Mundo, 2001. Enlace.
“Sus lectores, su editor, sus críticos, están ante el trabajo de un orfebre perfeccionista hasta la extenuación: «Hay una maquinaria invisible detrás de cada página, una maquinaria que el lector no ve, y no debe verla, porque si la ve, el libro ya no es bueno. Y esa maquinaria sólo funciona gracias a una cosa: trabajo. El trabajo es el que te permite hacer creíble el relato, vertebrarlo, enlazar sus elementos, organizar la obra, porque si sólo hablamos de emociones en estado bruto, ¡vaya caos! ¿El duende? Bah, sólo creo en el trabajo”.
'La literatura me salva de la idea
del suicidio que tanto me ronda', El
Mundo, 2004. Enlace.
“No, yo no escribo novelas. No sé lo que hago, pero sé que no son novelas. Gogol dijo que 'Las almas muertas' eran un poema. ¿Por qué no? Tengo la impresión de que lo que escribo son ensueños.Tengo la impresión de que cuento un ensueño para vosotros, como decía Marlow en 'El corazón de las tinieblas'. Los hechos son reales, pero...”.
“Dos años más y me callo, no publicaré nada más, mi voz no
volverá a oírse”, ABC, 2009. Enlace.
“Vivimos en un mundo de simples
desconocidos”, La Vanguardia, 2012. Enlace.
“Los cómics
han sido la lectura que más me ha marcado”, La
Razón, 2013. Enlace.
“No escribo con ideas, sino con palabras y no hago planes sino fijarme una fecha para empezar un libro y sentarme a ver qué pasa. Lo importante no son las ideas. Por eso hay tan pocos buenos escritores, tres o cuatro buenos vivos en el planeta. Estamos muy lejos de la edad de oro, del siglo XIX. Entonces había treinta genios escribiendo al mismo tiempo en Rusia, en Francia, en Inglaterra...”.
“El lector no puede sentir el esfuerzo, el trabajo. Me aburre Nabokov, que me está diciendo en cada momento lo inteligente que es. Es mejor sacrificar la tentación de una buena metáfora en favor de la eficacia del libro. Tienes que trabajar como un buey, pero al lector le tienes que dar la misma impresión que el actor Richard Burton intentaba dar cuando tenía una fiesta importante. Hacía venir de París a un peluquero para despeinarlo”.
“Nadie
escribe como yo. Tampoco yo”, El País,
2014. Enlace.
P. ¿Pero aún necesita aprender? ¿Todavía no está seguro de su escritura?
R. Mire: yo después de los cánceres ya no miento. Yo sé que nadie escribe como yo. Tampoco yo. El reto es llegar cada día más lejos, cada día hacerlo mejor, llegar más cerca. Observe el teatro de Chejov: asombra que en unas pocas frases aparentemente sencillas como “tengo frío” o “por fin he llegado”, pueda transmitir tanta gama de sentimientos. Todo a base de trabajo: tengo fotocopias de sus manuscritos, y están llenísimos de correcciones”.
“Mis libros
nacen de la basura”. El País, 2015. Enlace.
“Sí, nada hay más duro que una guerra. A los 18 años decreté que iba a ser un genio, pero llegas a la guerra y eso desaparece inmediatamente; eres uno entre muchos. Hay dos cosas magníficas del espectáculo de la guerra: la belleza del coraje físico y lo más horrible, la cobardía. Después de 60 años sigues con pesadillas por las cosas horribles en que participaste. Lo que planteo es por qué no se siente culpabilidad, por qué es tan fácil matar y morir”.
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